El talento se define como “especial capacidad intelectual o aptitud que una persona tiene para aprender las cosas con facilidad o para desarrollar con mucha habilidad una actividad”

Ya comenté en una newsletter anterior que hay que aprovechar el talento del equipo formándolo continuamente pero hoy me voy a centrar en el otro aspecto, “desarrollar con mucha habilidad una actividad”.

Para captar y atraer ese talento ya innato, adquirido o desarrollado de una persona, es importante tener claro en primer lugar que se quiere lograr con ese talento. No basta con saber que requisitos debe cumplir dicha persona, debe venir acompañado de un plan estratégico y objetivos que se quieren lograr gracias a que dicha persona forma parte del equipo.

Incorporar talento no solo es contratarlo y atraerlo sino conseguir lograr que funcione. Suele pasar que ese talento se desaprovecha o se marcha porque no desarrolla su capacidad y la culpa no es de la persona talentosa, es el líder que no ha logrado motivar, incorporar e involucrar a dicha persona. Puede ser que el líder no tenga claro dónde va, qué quiere lograr o cómo transmitirlo.

En segundo lugar, se ha de empoderar al talento que se incorpora, no es un mueble, es un recurso y los recursos se utilizan para generar. Que mejor forma de lograr que dicho recurso genere que se convierta en parte del proceso. Los muebles están, los recursos participan y se transforman.

En tercer lugar, el talento se puede encontrar a la vuelta de la esquina e incluso en cualquier lugar del planeta. Gracias al teletrabajo, no en todos los tipos de empresas, pero si en gran parte de ellas o incluso en gran parte de su estructura, se puede contar con talento de cualquier parte del mundo.

Esto conlleva un cambio de mentalidad en cuanto a gestión, coordinación, colaboración, motivación, control, estructura organizativa, objetivos e incluso horarios laborales. No se trata solo de conciliación familiar, también implica cambiar el chip de tareas y horario laboral por proyectos+objetivos+resultados.

Las empresas deben pensar en objetivos, proyectos, cooperación-colaboración, empoderamiento si quieren lograr motivar, atraer y captar talento.

La productividad laboral es resultado de un equipo talentoso y resulta de la expansión sostenida de las posibilidades del equipo durante un periodo determinado, el crecimiento del equipo en todas su facetas transforma y acelera el proceso de crecimiento de cualquier empresa.

Jesús Blanco

Este artículo fue publicado previamente en Pulse

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